12 de enero de 2011

Bucles en el aprendizaje


Es absolutamente innegable que el aprendizaje es parte fundamental del desarrollo de los individuos, que según mi percepción, se extrapola como factor elemental para el progreso global del país.

Desde antes del nacimiento hasta el último día de vida, seremos bombardeados por una diversidad inagotable de estímulos que iremos recibiendo y aferrando a nuestros sistemas de almacenamiento, según como cada persona perciba el mundo. Lo importante para mí en este último punto, radica en entender que todos los individuos manifestaremos este proceso de manera absolutamente diferente. Tanto así, que será disímil de cómo lo harán nuestros familiares más cercanos, hasta los últimos habitantes de la zona más remota del mapa que podamos escoger. Sin embargo, el sistema de educación tiende a hacer ojos ciegos y oídos sordos a esto y continua rotulando constantemente a los estudiantes por sus logros y fracasos, según los resultados de interrogaciones, tareas, trabajos, pruebas, exámenes; entre otros métodos que miden supuestamente la capacidad intelectual del estudiante.

Pero… ¿quién exactamente se preocupa del cómo aprenden los sujetos?, según mi experiencia muy pocos. Cuento con los dedos de una mano a los profesores o docentes que se dedican en el proceso de instrucción a manifestar que es necesario ENSEÑAR A APRENDER - lo que sería para los estudiantes el APRENDER A APRENDER -; y de ninguna manera los culpo, ya que esto puede quedar totalmente afuera de sus paradigmas o tal vez en su formación, jamás se los mencionaron. Es así como los patrones de enseñanza se repiten en el tiempo y las matemáticas siguen siendo unos cuantos números, la historia fechas y eventos inobjetables y las ciencias eventos que difícilmente se ven y solamente podemos imaginar, dando origen así… al mortal *bucle del aprendizaje.

Según el APRENDER A APRENDER, el niño, joven o adulto que se pasa observando toda la clase un punto en el cielo, el que no puede parar de moverse o el que fija sus oídos solamente en lo que relata el profesor, tendrá la oportunidad de no ser juzgado de desinteresado, hiperactivo, tonto o problemático, sino que podrá lograr comprender que es un individuo que posee modelos para percibir el mundo diferentes al de todos los demás y más importante aún, que éstos son absolutamente válidos y aceptables. Tomar esto en cuenta, les dará a los estudiantes la oportunidad de reflexionar sobre un tema desde variadas perspectivas, generar estrategias distintas con gran riqueza e incluso poder entender el poderoso arte de generar soluciones creativas. Los límites, no están establecidos… que la burbuja del presente los tenga, es harina de otro costal.

*Secuencia de instrucciones que se repite mientras se cumpla una condición prescrita: una condición mal definida puede dar lugar a un bucle de error cíclico.

2 de enero de 2011

Modernos: duro camino para la capacidad de asombro

Como primer aporte, decidí realizar una entrada que explique en parte mis motivaciones personales para participar en este blog.

Hace poco leía "Brindis por la Modernidad", un texto de Marshall Berman, el cual me empujó a divagar sobre este tema. El concepto de modernidad es creado y ligado profundamente a la idea de “progreso” y, dependiendo del enfoque, apunta a cómo las condiciones internas y estructurales han marcado el camino de individuos, sociedades y humanidad en su conjunto hacia un ideal de bienestar y progreso global, caracterizando cambios socio-culturales constantes por medio de la modernización de la estructura productiva, macroeconómica, política, social, cultural y científica.

Al respecto, Berman comenta: “los ambientes y las experiencias modernas cruzan todas las fronteras de la geografía y la etnicidad, de las clases y la nacionalidad, de la religión y la ideología: en este sentido, puede decirse que la modernidad une a toda la humanidad. No obstante, esta unión es paradójica, es una unión de la desunión: nos arroja a un remolino de desintegración y renovación perpetuas, de conflicto y contradicción, de ambigüedad y angustia”.

Estamos, por tanto, insertos sin remedio en un estado de híper acidez estomacal constante. Sobretodo en nuestro querido continente, hemos vivido una modernización a medias, nuestro paisaje -en cualquiera de nuestros países- muestra grandes rasgos de modernidad y progreso hermanados, de manera aparentemente natural, con las caras más vergonzosas del progreso.

Junto con esto conviven voces mediocres que sostienen que estas “tristes situaciones” son tolerables en la medida que sostienen un nivel de progreso general: la pobreza y la vulnerabilidad, según estas voces, serían características propias del desarrollo global, entendido como un proceso que genera de manera natural (y para estas voces, inevitable) ganadores y perdedores, conformando en mi opinión, un curioso concepto de rentabilidad social.

Interesante, pero a mi no me vengan weas:

- De los 6.791 millones de habitantes del planeta, 2.600 millones viven con menos de 2 dólares al día, de los cuales 1.000 millones viven con menos de 1 dólar al día.

- 1 de cada 3 personas de Latinoamérica viven bajo de la línea de la pobreza. Existen, por tanto, 180 millones de personas en esta situación y más de 70 millones bajo condiciones de extrema pobreza.

- América Latina es la región más desigual del planeta: el quintil más rico de la población posee un 57,1% de la riqueza.

- Durante el año 2009 el HAMBRE en Latinoamérica creció en un 13%: una tercera parte de los niños latinoamericanos se encuentran en estado de desnutrición (unos 17 millones).

- Unos 52 millones de niños son pobres en América Latina y de ellos unos 30 millones padecen hambre, pese a que la región produce más de tres veces los alimentos que necesita.

- En cifras, los niños pobres son hoy más que en 1980, según un estudio de CEPAL y UNICEF…. [es “curiosa” la coincidencia de la fecha con la implementación generalizada del modelo neoliberal en la región]

- Sólo el 51% de las niñas y el 44% de los niños de la edad correspondiente asisten a la escuela secundaria en la región.

Volviendo y apoyándome nuevamente en el amigo Berman: “estos procesos histórico-mundiales provocan una variedad sorprendente de visiones e ideas que tienen como finalidad hacer del hombre y la mujer tanto los sujetos como los objetos de la modernización, darles el poder para cambiar el mundo que los está cambiando a ellos, permitirles entrar al remolino y que lo hagan suyo”.

Pareciera entonces que nos hemos olvidado de la bidireccionalidad de los procesos sociales: somos efecto, somos hijos de la estructura y la corriente nos arrastra, es cierto. Pero, ¿acaso se nos olvidó que también somos causa? Cuando navegamos hay corrientes, pero se rema; nos extraviamos, pero usamos los astros para encontrar nuestra dirección; hay vientos, pero usamos su fuerza para dirigir la embarcación.

Entonces, la dificultad radica en afrontar la cotidianeidad de forma distinta: para remar, debemos decidir remar, decidir que queremos (y debemos) ir a un lado, redefinir nuestra estrategia de supervivencia y funciones básicas: Comer y Cagar, SÍ; Hablar y Hacer, TAMBIÉN. Para ello necesitamos capacidad de asombro: cuestionar, enojarnos, incomodarnos, no estar satisfechos con la dimensión Nosotros de nuestra vida, dicho de otro modo, hacer frente a la Anosognosia.