31 de marzo de 2011

Procrastinación: Mañana lo hago sin falta!

Este post debería haber sido subido hace 2 semanas atrás, es bastante paradójico ya que el tema calza perfecto con el hecho de haberlo postergado una y otra vez…

Hace algún tiempo me junte con un buen amigo de la Universidad y me dio a conocer este tema (dentro de muchos más en una charla de varias horas con tintes de monólogo, en un local donde vendían pollos a las brasas y cervezas), nunca lo había escuchado y no tenía la noción de lo que significaba, sin embargo al comenzar a leer e introducirme en él, fueron apareciendo conductas, situaciones y rasgos que me identificarían inmediatamente con esto de la procrastinación.

Vamos a lo concreto, el acto de procrastinar está referido a diferir, a aplazar, a posponer conscientemente las tareas que debemos atender o realizar por acciones más agradables, irrelevantes y placenteras de llevar a cabo.

Muchas veces evitamos responsabilidades y acciones a cumplir porque son complejas, tediosas o simplemente aburridas, desde un punto de vista esto podría ser analizado como algo entendible.

La Dra. Carol Look –Master en Técnicas de Liberación Emocional o más conocido como EFT- nos plantea la procrastinación como una “solución temporal” a tres posibles aspectos por el cual todos nosotros podríamos llegar a caer en esta conducta y sería absolutamente justificable.

· Estamos enojados o resentidos hacia una figura de autoridad.

· El hecho de procrastinar nos proporciona en cierto modo un sentido de protección, nos mantiene por debajo del radar de la crítica.

· La procrastinación es una forma “legitima” y aceptable de rebelarnos.

No sé si alguien se siente identificado con esto, personalmente no concuerdo mucho con esta mirada optimista y avaladora que nos plantea Look, el hecho de procrastinar es simplemente un saboteo a nosotros mismos, irónicamente, tal como ella lo define en un principio. Si esto es así, si efectivamente estamos siendo víctimas de un sabotaje que nos impide concretar logros, alcanzar metas y sueños… ¿Qué haremos?

Es necesario evaluar si cuando aplazamos o postergamos tareas a realizar lo hacemos conscientemente o ya es parte de un “mal” hábito al cual estamos acostumbrados, con el cual nos sentimos cómodos y hasta tranquilos!, aunque sabemos que no es así, ya que la carga de trabajo se duplicará, la ansiedad aumentará y las posibilidades de hacer esas cosas agradables que tanto nos gustan se verán reducidas por tener muchos pendientes de nuestros plazos no cumplidos.

Desde que tengo memoria soy un procastinador en potencia, con el tiempo he ido aplacando los efectos, pero como todos sabemos las decisiones y las acciones traen consecuencias, y el hecho de vivir postergando la realidad a la larga pasa la cuenta. Sin embargo me he dado cuenta que nunca es tarde para poder tomar otra dirección, cambiar el rumbo y empezar a hacer las cosas diferentes para obtener resultados diferentes

Es muy cierto que siempre habrán cosas agradables y entretenidas de hacer, por sobre otras que nos parezcan lánguidas, difíciles y aburridas, el desafío es poder encontrarle un sentido a estas tareas que no queremos realizar, el poder encontrar el brillo en lo oscuro -que de alguna u otra forma siempre existe en ellas-.

No sigamos pensando que justo ahora NO es el mejor momento, que realmente mañana lo haremos por que el día estará con más sol, que nos prepararemos mejor para hacerlo…dejemos de sabotearnos y empecemos a cumplir nuestros sueños y objetivos!

Por mi parte desde mañana lo empezaré a aplicar…

24 de marzo de 2011

Luz, cámara y acción!


Dedicado con respeto y admiración, a mi familia, a la hermosa princesa Natalia y a mis grandes amigos y compañeros de viaje.

Hace un tiempo estaba completamente convencido de que no podía hacer ni ser nada más de lo que ya tenía, ya sea por creer que simplemente no podía o por esa horrible afirmación que se apoderó de mi por largo tiempo, “esas cosas no son para mí”. Me pase años sin querer hablar con otras personas de temas que me interesaban, y ahora apasionan, sin tener ninguna razón, sólo creía; que no podía hacerlo. Sin embargo, ocurrió algo maravilloso en mi vida, y no fue precisamente encontrar a dios, tampoco abanderizarme con el “Yes we can” de Obama, ni ganarme el Loto (aunque eso está dentro mis posibilidades mientras empiece a jugar), sino que por fin descubrí las herramientas que van a ser necesarias para ayudarme a construir el camino que quiero seguir hacia el futuro, y lo mejor, es que ahora sé que soy realmente capaz de aprender usarlas.

Es curiosa la forma en la cual cada día veo más lejanos mis problemas y el torbellino de creencias negativas sobre mi y las demás personas; momentos que fueron tan desagradables como compartir la pieza con un zancudo que todas las noches zumbaba en mis oídos y no podía derrotar por más que te levantase 10 veces a tratarlo. A la mañana siguiente obviamente despertaba lleno de picaduras y con esa horrible sensación de odiar más a mí enemigo con alas, creyendo que la batalla estaba absolutamente perdida.

Tomar las riendas de tu propia vida y dirigirlas hacia dónde quieres ir será difícil mientras lo hagas pensando en que el caballo que tienes adelante tuyo será el que se tiene que mover y llevarte dónde quieres llegar. Más valioso será, que seas tú, tu propio rocinante, con convicciones y valores propios, es decir, con tu propio estilo y modo de andar por el mundo, así podrás decidir tú mismo el camino por el cual quieres transitar, sólo si lo quieres de verdad. Joseph O´Connor en sus maravillosos libros dice algo que me hace mucho sentido: “Si quieres comprender actúa”

Relájate un poco y piensa e imagina por un momento la palabra Motivación. ¿Qué imagen se te viene a la mente?, ¿Qué características tiene tu imagen mental?, ¿Esta se mueve o está quieta?, ¿Estás tú en esa imagen o no?, ¿Qué te hace sentir?... Creo que muchos verán algo estático, como una pieza que podemos contemplar en el Museo de Bellas Artes…

Ahora, te propongo que pienses e imagines el verbo Motivar. ¿Qué sucede ahora con esa imagen?, ¿Qué cualidades tiene?, ¿En qué se diferencia con la otra?...

Cuando decidí vivir mi vida en forma de acción (motivar) y no como un concepto abstracto y paralizado (motivación), me convertí en el protagonista y director de mi propia película; la cual filmo día a día buscando los escenarios perfectos para cada toma y por supuesto, trabajando de la mano de los mejores actores que pueden guiarme y acompañar. ¡Espero que el estreno llegue pronto!

La anosognosia es un síntoma que ocurre en muchos casos a consecuencia de una lesión cerebral. Las personas que la presentan no tienen conciencia de su enfermedad ni de las consecuencias que ésta conlleva… sin duda, y sin tener una lesión en el cerebro, yo, era uno de ellos.

8 de marzo de 2011

Una revista mas que interesante



Existe la idea, enraizada en algunos sectores de nuestra sociedad, que considera que Chile tiene los rasgos de un país isleño, una sensación de lejanía causada por la irrupción de la Cordillera de los Andes, la cual no permite la existencia de un contacto directo con nuestros vecinos. Existe una excepción, sin embargo, en esa frontera se ha formado una Cordillera de conflictos ficticios, resentimientos y viejas rencillas de las cuales el único beneficiado fue un vivaracho inglés.

Este supuesto rasgo isleño provoca un alejamiento que viene acompañada de una inusitada e irracional soberbia, un deseo de diferenciación del resto de los países, en los cuales abunda, a juicio de esta idea, un chorreo de pregones de corrupción, desorden y pobreza (sobre la pobreza puede leer el post subido por Pablo Faret http://anosognosia-cronica.blogspot.com/2011/01/modernos-duro-camino-para-la-capacidad.html). Lo que se resume en aquella frase que dice que Chile es, tal como Uruguay a principios de Siglo XX, “la Suiza de Latinoamérica”.

Lo cierto es que aquellas aseveraciones no son más que una mentira de un capitalismo pretencioso de la peor calaña, así como la peor consecuencia de la movilidad social, que es el llamado roto con plata.

Chile está tan inserto en Latinoamérica como los demás países, y ese deseo de que alguna nave extraterrestre nos saque de este vecindario y nos ponga en Asia junto a unos tigretones que no poseen en su lenguaje la palabra libertad nunca va a pasar.

Es en este contexto en que existe una revista Latinoamericanista, y no es de aquellas que balbucean un discurso barato de un tal Simón Bolívar, sino que es una revista que da cuenta de virtudes y problemáticas en distintos países de Latinoamérica, dejando una impresión de unidad más que de división.

Se trata de Gatopardo, una revista de corte narrativo que toma el nombre de la novela del Italiano Tomasi di Lampeusa, la cual trata sobre un matrimonio en la decada de 1860 entre un príncipe italiano, el cual representa el modo de vida tradicional y aristocrático en franca decadencia con la hija de un comerciante, la que encarna una burguesía ascendiente. Una unión que otorga la posibilidad de que las circunstancias históricas cambien, pero se mantengan igual (resumido en la vanagloriosa frase que usan muchos intelectualoides “no es lo mismo, pero es igual”).

Gatopardo es el mismo fenómeno que se ha mantenido en 500 años de historia registrada de este continente.

Esta revista tiene dos ejes fundamentales, uno público y otro privado, el primero se dedica a dar cuenta y mostrar todo lo relacionado con la política y el interés de la sociedad, el otro, habla de las tendencias en torno al arte y el buen vivir.

Sin duda no nos habla nada nuevo, pero lo fundamental radica en un rasgo muy latinoamericano, es que está crónica posee una buena narrativa. No es de aquellos panfletos copiados de las agencias internacionales de información, sino que tiene reportajes sólidos de una duración en promedio de 9 páginas, haciendo remembranza de aquellos viejos periodistas que hacían investigaciones serias, preparadas e incisivas de la noticia a contar. También posee entrevistas, columnas permanentes, videos, galerías de fotos, etc.

Gatopardo es una revista electrónica que en algunos países tiene circulación escrita. En Chile hubo un tiempo que llegaba en este formato, pero su falta de difusión la convirtió en otro negocio fracasado. Personalmente, las únicas veces que escuche hablar de esta revista fue en un programa de entrevista emitido en el cable llamado "El Interruptor” (programa que en palabras de su creador y animador era sólo para gente “inteligente”), en el cual mas de algún escritor daba cuenta de su existencia.

Si bien es cierto su contenido editorial se centra mayoritariamente en México, Argentina y Colombia, se dedica a mucho otros países como Brasil y Chile.

Existen reportajes muy interesantes, que cuentan sobre la situación del narcotráfico en México, el robo de una buena cantidad de libros históricos al estado de Chile por parte de Pinochet, la existencia de un retiro espiritual católico que pretende curar la enfermedad de la homosexualidad en México, así como el desarrollo económico y en seguridad en conjunto de un aumento de la desigualdad en Colombia, bajo el gobierno de Uribe, entre otros.

Gatopardo es un lugar que nos hace entender que hablamos el mismo idioma y que entendemos el mundo de la misma manera. Algo que sin duda haría que Simón Bolívar se sintiera orgulloso.

El link es www.gatopardo.com